Mediante el uso de ácido hialurónico, se mejora la forma, definición y proyección del mentón, logrando armonía en el perfil facial. Este procedimiento es mínimamente invasivo y prácticamente indoloro, gracias a la inclusión de lidocaína en el producto, lo que asegura una experiencia más cómoda para el paciente. Aunque el ácido hialurónico es un material reabsorbible, alrededor del 30% del producto permanece en el cuerpo, lo que prolonga y potencia los resultados.
Su duración aproximada es de 12 a 18 meses, ofreciendo un efecto natural y duradero.